Muchas personas
creen que la música es pura y simplemente música -que no implica ningún
problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación.
Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para
los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba
directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende
sobre la conducta humana.
Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que ¨la música imita directamente (es decir,
representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor,
templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha
música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión.
Destaquemos, para
responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la música,
independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las
palabras para que la música tenga significado.
Segundo, aunque
algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para
diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta
condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas,
pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá
un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para
las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las
investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede
lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser
humano, comunique amor
o alegría y paz a otro.
En tercer lugar,
los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música
puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden influir sobre
nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso afectar el
comportamiento, inclusive la toma de decisiones.
LA MÚSICA Y LA
SOCIEDAD:
La música ha desempeñado
un papel fundamental en la historia, desde que el hombre es hombre.
Se utiliza para tantas
cosas que es casi imposible pensar en todas ellas: en celebraciones, ceremonias
religiosas, ritos y danzas para pedir lluvia o buenas cosechas...; como método
para relajarse; como forma de diversión a través del baile o escuchándola en un
auditorio; como ayuda para enamorar a alguien; para tocar con amigos... Y así
hasta el infinito.
Es un arte con el que
nos encontramos a diario, desde que nos despertamos hasta que nos acostamos.
Sin la música, el mundo
sería muy diferente.
Ya que es
utilizada mas como un símbolo ritualista para expresar un sentimiento; sin la
música en la historia no hubieran existido hazañas humanas, pasiones eternas,
alientos de guerra
ni tampoco el alejamiento del hombre como animal racional.
Se sabe que los
seres humanos jóvenes construyen su identidad
con el vestuario, el peinado, el lenguaje, así como también con la apropiación de ciertos
objetos emblemáticos, en este caso, los bienes
musicales, mediante los cuales, se convierten en sujetos culturales, de acuerdo
con la manera que tienen de entender el mundo, y de vivirlo, de identificarse y
diferenciarse. Los jóvenes se constituyen en grupo. Los amigos son el núcleo
donde se generan los patrones de conducta que se le propone seguir al
adolescente. El deseo de ser independiente de la familia
lo va a suplir con la dependencia de un grupo. Allí se escogerán los
significados sociales que atribuyen a los bienes culturales que consumen. El consumo
cultural los identifica y los cohesiona, les dicta patrones de conducta,
códigos, formas de aprendizaje, inclusive su lenguaje
se arraiga en los objetos que consumen. En definitiva, se establece un sistema
de creencias. Los miembros del grupo actúan siguiendo estas creencias. En los grupos
en los cuales, el elemento de cohesión, es la música, las creencias se generan
a partir de ella. Ella es la que determina la forma de vestirse, de peinarse, de
moverse, la forma de hablar. Este conjunto de creencias construye la identidad
de ese grupo de pertenencia. No es casualidad que la población
más joven, aquella que inicia sus propios procesos de conformación de
identidad, sea la que muestra
mayor nivel de compra de material discográfico, porque les es preciso poseer
una serie de bienes culturales para formar parte de la comunidad
cultural. Ahora, ¿qué es lo que lleva a los individuos a adoptar estas
creencias en común? ¿Cuál es la amenaza a la que se ven enfrentados, y que
resulta en este "acuerdo" de creencias? Quizás sea la intención de
ser alguien en esta sociedad de masas. En un mundo que tiende a la homogeneidad
extrema, la música parece ser el última salida donde mostrar una diferencia.
Ser original, independiente o rebelde, e ir contra la corriente. Quizás sea
buscar una identidad diferente a la de sus padres, o quizás, solo ocupar el
tiempo libre, o ahogar el sentimiento de soledad, y encontrar un grupo de
personas en el que ampararse ante las exigencias del sistema. El hecho es que
una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música. La música une a individuos de
puntos muy diferentes de la sociedad. Desde un neohippie belga con un anillo en
la nariz, hasta un breakdancer de Tokio, con trenzas rasta y vaqueros anchos.
Personas que no se encuentran próximas en el espacio social, pueden de esta
manera, encontrarse e interactuar, por lo menos brevemente, teniendo algo en
común. La música es a la vez, estilo de vida, vínculo social y fuerza espiritual. Orienta a los
jóvenes en su búsqueda de autonomía y les brinda un medio de expresión.
Esto no es
ignorado por las compañías discográficas, que tienen bien en claro su mercado,
particularmente juvenil. Este tipo de industria
ha aprendido que la pertenencia a la nueva comunidad
de valores
culturales pasa necesariamente por la posesión, conocimiento y dominio
de bienes simbólicos específicos, uno de los cuales gira alrededor de la música
y sus productos.
En muchos países, la participación de la industria musical en la economía
alcanza grandes proporciones, llegando a ser un pilar importante en varias
naciones. Por esta razón, resulta lógica
la preocupación por buscar, mantener y ampliar un mercado de consumidores. En
este proceso,
conocer y a su vez moldear, pero también amoldarse a las preferencias musicales
de los jóvenes, tiene un papel imprescindible en las estrategias de las empresas.
Para esto, los medios
juegan un papel muy importante, ya sea para reforzar esta idea de que para
pertenecer, es necesario tener, como también, para generar nuevos mercados,
atribuyendo diferentes valores a la música, que son ajenos a ella.
Por lo tanto, la
música tiene un aspecto sociológico. Ella es parte de la superestructura
cultural, producto de las clases sociales, pero también de los medios de producción.
La sociedad genera la música como su producto cultural. A su vez, ese producto
modifica a la sociedad misma, porque la agrupa de diferentes maneras, genera
grupos de pertenencia, produce alienación, implanta valores, ideales, los
difunde, genera modelos
e ídolos, inserta nuevos actores sociales, se generan nuevas creencias, todo
con la consecuente resignificación de la música, formándose un ciclo de
constante resignificación. Temas que antes no se trataban, como la delincuencia, las drogas,
el alcoholismo, el sexo
precoz, se suman a la lista de temas que sí estaban presentes en las letras de
las canciones, como el satanismo
o la violencia. Aquí entra en juego
la fase psicológica de la música, que veremos más adelante. Pero no solo la estructura social es la que manipula la música. Los medios de producción
también lo hacen, y no solo con la música, sino que la sociedad es moldeada
para que consuma ciertos productos, a otros los considere de baja calidad.
La industria discográfica es parte de los medios de producción. Y por lo tanto,
la música es la materia
prima con la que trabajan. ¿Puede la música afectar a los medios de producción,
como lo hace con la estructura
social? Solo hace falta recordar el combate de las grandes discográficas contra
la piratería
en Internet.
Y si bien, en esta cuestión intervienen otros factores, como los sistemas
informáticos, el producto comercializable es la música, y es lo que hace
temblar a las discográficas, mientras las ventas
continúan bajando poco a poco.
La música produce
también un impacto psicológico. Es decir, no solo produce cambios en las
conductas del hombre, y en la sociedad, sino que también hay cambios internos.
¿Porqué es que la música gusta y atrae? Para contestar esta pregunta, se podría
definir primero qué tipo de impacto es la música, a dónde apunta, ¿a la memoria
genética,
a los valores, a los juicios o a la opinión?. Seguramente en la memoria
genética debe haber un lugar para la música. Así como el fuego convoca, es
posible que la música también tenga algún efecto similar. Si esto fuera así, se
estaría modificando toda la estructura psicológica interna, porque si la
memoria genética y los impulsos primarios son los puntos más estables, estos
modificarían todos los demás segmentos, y se estaría comprobando que la música
tiene una muy alta influencia en las vidas humanas. Ahora, si la música apuntara
a impactar en los valores, el efecto sería menor, aunque igualmente tendría una
gran importancia. Como estos valores son profundamente formativos, seguramente
tendrían mucho más importancia en edades tempranas, en donde, la música podría
llegar a determinar la idea del bien y el mal, del honor, de la moral,
y quedando estos valores implantados en el individuo. Luego, si la temática de
la música se dirigiera a estos valores, entonces seguramente habría por parte
del individuo una identificación, con el consecuente refuerzo de los mismos. La
música también podría impactar en los juicios, y es probable que así sea, ya
que los juicios son adquiridos y culturales, y por lo tanto, su efecto sobre el
individuo sería menor. O simplemente producir opiniones en la gente. Parecería
en esta instancia que se podría explicar la influencia de la música sobre los
individuos diciendo que ésta golpea en lo más profundo del individuo, y por lo
tanto lo afecta como se ha visto. Pero también se ha podido ver que hay otros
factores que intervienen en este poder que tiene la música para cautivar a la
gente.[8]
La música y su
influencia en las personas (Por: Clarimarie Tapia y Alexis de Jesús, la música
y su influencia en las personas,pg1-12).
La música
desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran
cantidad de estilos. La música es para todo tipo de gente no importa género,
edad, posición social, etc. Ya que es un medio de expresión, un arte que es
para disfrutarse.
Así como la música
está dividida en géneros el estado
de ánimo de la gente también lo está, ya que a veces nos sentimos tristes,
alegres, con ganas de bailar, saltar, algo con lo que nos sintamos a gusto. Así
que, una forma de expresar ese estado de ánimo es por medio del arte llamado Música.
Quién no se ha
sentido una persona
diferente escuchando su melodía preferida y quién no se ha aislado totalmente
del mundo que le rodea mientras se deleitaba con una buena canción. Tan grande
es la influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto
para potenciar la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se
emplea para dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de
música y el momento adecuado para escucharla.
De todos es sabido la enorme influencia que ejerce
un sonido, una melodía o un ritmo determinado sobre las personas. Ya desde la
antigüedad usaban la lira, el arpa, la flauta y toda clase de instrumentos
para alegrar la vida del hombre o para festejar ciertos acontecimientos.
Incluso en la aberración del hombre llegaron a crearse marchas militares y de
guerra...música como preludio a la muerte...
La música y, por tanto, los sonidos, tienen un
enorme poder sobre las personas. Hay músicas relajantes, no entraré en los
estilos porque hay muchos, un solo ejemplo son los sonidos naturales o las de
"new age", sean las
que sean se han ido utilizando para fines concretos siempre con el ánimo de
condicionar la mente humana a diferentes estados...alegría, relajación,
excitación incluso.
Pero el enorme poder de la música, como todo, tiene
su lado oscuro, nada como canciones de amor tristes para deprimir a una
persona. He comprobado lo lamentable que es que las personas, sobretodo las que
han roto recientemente una relación, se apegan "automáticamente" a
toda aquella melodía o canción que trate de lo mismo, de rupturas, llantos y
lágrimas, de despedidas y de mensajes como "qué voy a hacer sin ti",
etc,etc.
Esto provoca una acentuación gravísima del estado
depresivo de la persona afectada, en muchos casos la música, una simple canción
ha sido el detonante de un suicidio.
La creación a partir de estas cosas de una ciencia la
"Musicoterapia", ha sido un modo de utilizar la música con fines
positivos.
Una de las músicas más curativas que puede haber es
la de los cantos gregorianos, porque, a pesar de parecer, como alguien me
sugirió una vez, "cantos de ultratumba", son enormemente relajantes,
haciendo que la mente se desconecte del trauma amoroso o de la idea obsesiva
que la atenaza. Músicas como la Celta también posee cualidades curativas,
hablamos siempre de canciones sin letra, sólo melodía.
Indudablemente hay canciones preciosas, de
cantantes o grupos famosos, pero éstas tratan en un 90 por cien de la veces
sobre penas de amor, rupturas y un sin fin de mensajes de agonía por la pérdida
de algún ser amado, es "ahí", en esos mensajes agazapados bajo el
maravilloso ritmo de la propia canción, donde está el verdadero peligro para
todos aquellos que se refugian en ellas, pues en vez de aliviar su situación
depresiva, la agravan considerablemente.
La música clásica posee también efectos
dispersantes, relajantes, serenantes, y no digamos ya el canto de pájaros, el
correr del agua o el sonido del
viento sobre las hojas de los árboles, todos medicinas
para el alma quebrantada.
Curiosamente, en ciertos estados de decaimiento,
existen músicas, por raro que parezca, como algunas de "Heavy Metal"
que son capaces, gracias a su ritmo, de sacudir a la persona y ponerla en
marcha.
La mente, a través de los oídos, capta todo tipo de
mensajes acústicos pero también interpreta esos mensajes, entonces intentemos
que éstos sean positivos, relajantes e incluso estando bien de ánimo, no la
llenemos de interminables mensajes de amargura por historias inventadas por
cualquier compositor o cantante con el único fin lucrativo.
La música es mensajera de alegrías, o de penas, de
esperanzas o de tristezas, quien la escucha será quien tenga el poder de
seleccionar lo que desea escuchar, lo importante es "lo que dejamos entrar
en nuestra mente"
La música ha tenido un papel mas ritualista a lo
largo de la historia; lo que quiere decir que la música tiene un papel muy
influyente en todas las culturas, vale destacar que es hay donde se antepone la
respuesta a la pregunta- ¿influye la música en el comportamiento de las
personas?- claro que si, ya que se muestra como un vestigio de lo que es el
individuo, de lo que siente la persona, de lo que piensa o de sus vivencias;
por lo cual se puede decir, que mas que influir a la persona la muestra tal
como es sin tabús, sin restricciones y sin ilusorias demostraciones de personalidad ,ya que es hay
donde se muestra en verdad quien es la persona; del mismo modo la música tiene
un papel social muy grande ya que lleva la ambientación de muchos de los ritos
llevados por los seres humanos a lo largo de la historia ya sea universal o
particularmente; "la música tiene influencia en los sentimientos de los
seres humanos pero no afecta la toma de decisiones de ningún modo".
me parece un exelente artículo a sido de mucha utilidad para mi .gracias
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