jueves, 15 de agosto de 2013

¿LA MUSICA EN VERDAD INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO?



Muchas personas creen que la música es pura y simplemente música -que no implica ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana.

Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que ¨la música imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión.

Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la música tenga significado.

Segundo, aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.

En tercer lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden influir sobre nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso afectar el comportamiento, inclusive la toma de decisiones.

 

LA MÚSICA Y LA SOCIEDAD:

La música ha desempeñado un papel fundamental en la historia, desde que el hombre es hombre.

Se utiliza para tantas cosas que es casi imposible pensar en todas ellas: en celebraciones, ceremonias religiosas, ritos y danzas para pedir lluvia o buenas cosechas...; como método para relajarse; como forma de diversión a través del baile o escuchándola en un auditorio; como ayuda para enamorar a alguien; para tocar con amigos... Y así hasta el infinito.

Es un arte con el que nos encontramos a diario, desde que nos despertamos hasta que nos acostamos.

Sin la música, el mundo sería muy diferente.

Ya que es utilizada mas como un símbolo ritualista para expresar un sentimiento; sin la música en la historia no hubieran existido hazañas humanas, pasiones eternas, alientos de guerra ni tampoco el alejamiento del hombre como animal racional.

 


Se sabe que los seres humanos jóvenes construyen su identidad con el vestuario, el peinado, el lenguaje, así como también con la apropiación de ciertos objetos emblemáticos, en este caso, los bienes musicales, mediante los cuales, se convierten en sujetos culturales, de acuerdo con la manera que tienen de entender el mundo, y de vivirlo, de identificarse y diferenciarse. Los jóvenes se constituyen en grupo. Los amigos son el núcleo donde se generan los patrones de conducta que se le propone seguir al adolescente. El deseo de ser independiente de la familia lo va a suplir con la dependencia de un grupo. Allí se escogerán los significados sociales que atribuyen a los bienes culturales que consumen. El consumo cultural los identifica y los cohesiona, les dicta patrones de conducta, códigos, formas de aprendizaje, inclusive su lenguaje se arraiga en los objetos que consumen. En definitiva, se establece un sistema de creencias. Los miembros del grupo actúan siguiendo estas creencias. En los grupos en los cuales, el elemento de cohesión, es la música, las creencias se generan a partir de ella. Ella es la que determina la forma de vestirse, de peinarse, de moverse, la forma de hablar. Este conjunto de creencias construye la identidad de ese grupo de pertenencia. No es casualidad que la población más joven, aquella que inicia sus propios procesos de conformación de identidad, sea la que muestra mayor nivel de compra de material discográfico, porque les es preciso poseer una serie de bienes culturales para formar parte de la comunidad cultural. Ahora, ¿qué es lo que lleva a los individuos a adoptar estas creencias en común? ¿Cuál es la amenaza a la que se ven enfrentados, y que resulta en este "acuerdo" de creencias? Quizás sea la intención de ser alguien en esta sociedad de masas. En un mundo que tiende a la homogeneidad extrema, la música parece ser el última salida donde mostrar una diferencia. Ser original, independiente o rebelde, e ir contra la corriente. Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus padres, o quizás, solo ocupar el tiempo libre, o ahogar el sentimiento de soledad, y encontrar un grupo de personas en el que ampararse ante las exigencias del sistema. El hecho es que una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música. La música une a individuos de puntos muy diferentes de la sociedad. Desde un neohippie belga con un anillo en la nariz, hasta un breakdancer de Tokio, con trenzas rasta y vaqueros anchos. Personas que no se encuentran próximas en el espacio social, pueden de esta manera, encontrarse e interactuar, por lo menos brevemente, teniendo algo en común. La música es a la vez, estilo de vida, vínculo social y fuerza espiritual. Orienta a los jóvenes en su búsqueda de autonomía y les brinda un medio de expresión.

Esto no es ignorado por las compañías discográficas, que tienen bien en claro su mercado, particularmente juvenil. Este tipo de industria ha aprendido que la pertenencia a la nueva comunidad de valores culturales pasa necesariamente por la posesión, conocimiento y dominio de bienes simbólicos específicos, uno de los cuales gira alrededor de la música y sus productos. En muchos países, la participación de la industria musical en la economía alcanza grandes proporciones, llegando a ser un pilar importante en varias naciones. Por esta razón, resulta lógica la preocupación por buscar, mantener y ampliar un mercado de consumidores. En este proceso, conocer y a su vez moldear, pero también amoldarse a las preferencias musicales de los jóvenes, tiene un papel imprescindible en las estrategias de las empresas. Para esto, los medios juegan un papel muy importante, ya sea para reforzar esta idea de que para pertenecer, es necesario tener, como también, para generar nuevos mercados, atribuyendo diferentes valores a la música, que son ajenos a ella.

Por lo tanto, la música tiene un aspecto sociológico. Ella es parte de la superestructura cultural, producto de las clases sociales, pero también de los medios de producción. La sociedad genera la música como su producto cultural. A su vez, ese producto modifica a la sociedad misma, porque la agrupa de diferentes maneras, genera grupos de pertenencia, produce alienación, implanta valores, ideales, los difunde, genera modelos e ídolos, inserta nuevos actores sociales, se generan nuevas creencias, todo con la consecuente resignificación de la música, formándose un ciclo de constante resignificación. Temas que antes no se trataban, como la delincuencia, las drogas, el alcoholismo, el sexo precoz, se suman a la lista de temas que sí estaban presentes en las letras de las canciones, como el satanismo o la violencia. Aquí entra en juego la fase psicológica de la música, que veremos más adelante. Pero no solo la estructura social es la que manipula la música. Los medios de producción también lo hacen, y no solo con la música, sino que la sociedad es moldeada para que consuma ciertos productos, a otros los considere de baja calidad. La industria discográfica es parte de los medios de producción. Y por lo tanto, la música es la materia prima con la que trabajan. ¿Puede la música afectar a los medios de producción, como lo hace con la estructura social? Solo hace falta recordar el combate de las grandes discográficas contra la piratería en Internet. Y si bien, en esta cuestión intervienen otros factores, como los sistemas informáticos, el producto comercializable es la música, y es lo que hace temblar a las discográficas, mientras las ventas continúan bajando poco a poco.

La música produce también un impacto psicológico. Es decir, no solo produce cambios en las conductas del hombre, y en la sociedad, sino que también hay cambios internos. ¿Porqué es que la música gusta y atrae? Para contestar esta pregunta, se podría definir primero qué tipo de impacto es la música, a dónde apunta, ¿a la memoria genética, a los valores, a los juicios o a la opinión?. Seguramente en la memoria genética debe haber un lugar para la música. Así como el fuego convoca, es posible que la música también tenga algún efecto similar. Si esto fuera así, se estaría modificando toda la estructura psicológica interna, porque si la memoria genética y los impulsos primarios son los puntos más estables, estos modificarían todos los demás segmentos, y se estaría comprobando que la música tiene una muy alta influencia en las vidas humanas. Ahora, si la música apuntara a impactar en los valores, el efecto sería menor, aunque igualmente tendría una gran importancia. Como estos valores son profundamente formativos, seguramente tendrían mucho más importancia en edades tempranas, en donde, la música podría llegar a determinar la idea del bien y el mal, del honor, de la moral, y quedando estos valores implantados en el individuo. Luego, si la temática de la música se dirigiera a estos valores, entonces seguramente habría por parte del individuo una identificación, con el consecuente refuerzo de los mismos. La música también podría impactar en los juicios, y es probable que así sea, ya que los juicios son adquiridos y culturales, y por lo tanto, su efecto sobre el individuo sería menor. O simplemente producir opiniones en la gente. Parecería en esta instancia que se podría explicar la influencia de la música sobre los individuos diciendo que ésta golpea en lo más profundo del individuo, y por lo tanto lo afecta como se ha visto. Pero también se ha podido ver que hay otros factores que intervienen en este poder que tiene la música para cautivar a la gente.[8]

La música y su influencia en las personas (Por: Clarimarie Tapia y Alexis de Jesús, la música y su influencia en las personas,pg1-12).

La música desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos. La música es para todo tipo de gente no importa género, edad, posición social, etc. Ya que es un medio de expresión, un arte que es para disfrutarse.

Así como la música está dividida en géneros el estado de ánimo de la gente también lo está, ya que a veces nos sentimos tristes, alegres, con ganas de bailar, saltar, algo con lo que nos sintamos a gusto. Así que, una forma de expresar ese estado de ánimo es por medio del arte llamado Música.

Quién no se ha sentido una persona diferente escuchando su melodía preferida y quién no se ha aislado totalmente del mundo que le rodea mientras se deleitaba con una buena canción. Tan grande es la influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de música y el momento adecuado para escucharla.

 


De todos es sabido la enorme influencia que ejerce un sonido, una melodía o un ritmo determinado sobre las personas. Ya desde la antigüedad usaban la lira, el arpa, la flauta y toda clase de instrumentos para alegrar la vida del hombre o para festejar ciertos acontecimientos. Incluso en la aberración del hombre llegaron a crearse marchas militares y de guerra...música como preludio a la muerte...

La música y, por tanto, los sonidos, tienen un enorme poder sobre las personas. Hay músicas relajantes, no entraré en los estilos porque hay muchos, un solo ejemplo son los sonidos naturales o las de "new age", sean las que sean se han ido utilizando para fines concretos siempre con el ánimo de condicionar la mente humana a diferentes estados...alegría, relajación, excitación incluso.

Pero el enorme poder de la música, como todo, tiene su lado oscuro, nada como canciones de amor tristes para deprimir a una persona. He comprobado lo lamentable que es que las personas, sobretodo las que han roto recientemente una relación, se apegan "automáticamente" a toda aquella melodía o canción que trate de lo mismo, de rupturas, llantos y lágrimas, de despedidas y de mensajes como "qué voy a hacer sin ti", etc,etc.

Esto provoca una acentuación gravísima del estado depresivo de la persona afectada, en muchos casos la música, una simple canción ha sido el detonante de un suicidio.

La creación a partir de estas cosas de una ciencia la "Musicoterapia", ha sido un modo de utilizar la música con fines positivos.

Una de las músicas más curativas que puede haber es la de los cantos gregorianos, porque, a pesar de parecer, como alguien me sugirió una vez, "cantos de ultratumba", son enormemente relajantes, haciendo que la mente se desconecte del trauma amoroso o de la idea obsesiva que la atenaza. Músicas como la Celta también posee cualidades curativas, hablamos siempre de canciones sin letra, sólo melodía.

Indudablemente hay canciones preciosas, de cantantes o grupos famosos, pero éstas tratan en un 90 por cien de la veces sobre penas de amor, rupturas y un sin fin de mensajes de agonía por la pérdida de algún ser amado, es "ahí", en esos mensajes agazapados bajo el maravilloso ritmo de la propia canción, donde está el verdadero peligro para todos aquellos que se refugian en ellas, pues en vez de aliviar su situación depresiva, la agravan considerablemente.

La música clásica posee también efectos dispersantes, relajantes, serenantes, y no digamos ya el canto de pájaros, el correr del agua o el sonido del viento sobre las hojas de los árboles, todos medicinas para el alma quebrantada.

Curiosamente, en ciertos estados de decaimiento, existen músicas, por raro que parezca, como algunas de "Heavy Metal" que son capaces, gracias a su ritmo, de sacudir a la persona y ponerla en marcha.

La mente, a través de los oídos, capta todo tipo de mensajes acústicos pero también interpreta esos mensajes, entonces intentemos que éstos sean positivos, relajantes e incluso estando bien de ánimo, no la llenemos de interminables mensajes de amargura por historias inventadas por cualquier compositor o cantante con el único fin lucrativo.

La música es mensajera de alegrías, o de penas, de esperanzas o de tristezas, quien la escucha será quien tenga el poder de seleccionar lo que desea escuchar, lo importante es "lo que dejamos entrar en nuestra mente"

 


La música ha tenido un papel mas ritualista a lo largo de la historia; lo que quiere decir que la música tiene un papel muy influyente en todas las culturas, vale destacar que es hay donde se antepone la respuesta a la pregunta- ¿influye la música en el comportamiento de las personas?- claro que si, ya que se muestra como un vestigio de lo que es el individuo, de lo que siente la persona, de lo que piensa o de sus vivencias; por lo cual se puede decir, que mas que influir a la persona la muestra tal como es sin tabús, sin restricciones y sin ilusorias demostraciones de personalidad ,ya que es hay donde se muestra en verdad quien es la persona; del mismo modo la música tiene un papel social muy grande ya que lleva la ambientación de muchos de los ritos llevados por los seres humanos a lo largo de la historia ya sea universal o particularmente; "la música tiene influencia en los sentimientos de los seres humanos pero no afecta la toma de decisiones de ningún modo".


1 comentario:

  1. me parece un exelente artículo a sido de mucha utilidad para mi .gracias

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